¿Qué es la eutanasia?
Término proveniente del griego Eu-Thanatos (buena muerte). Consiste en la administración -normalmente por parte de un médico- de uno o varios fármacos con efecto letal a un enfermo que desea evitar el sufrimiento físico o psíquico provocado por una enfermedad incurable. El enfermo lo solicita de forma consciente, voluntaria y autónoma después de haber expresado reiteradamente su deseo de morir.
La eutanasia es siempre activa y acorde con la voluntad de la persona, requisito imprescindible para distinguir la eutanasia del homicidio.
Un enfermo puede negarse a recibir el tratamiento que le propone el médico, después de recibir toda la información, y esto no es considerado eutanasia.
¿Qué es el suicidio asistido?
Se diferencia de la eutanasia porque el asistente presta “la ayuda necesaria”, según dice el Código Penal, por ejemplo ayudando al enfermo a conseguir los fármacos para finalizar su vida. Es la misma persona que padece una enfermedad irreversible quien administra a sí mismo la sustancia. Cuando es un médico quien le ayuda, se dice que es un suicidio medicamento asistido.
¿Qué son los cuidados paliativos?
Son los cuidados y tratamientos que se ofrecen a las personas que padecen una enfermedad en fase avanzada terminal para ayudarles a mejorar la calidad de vida. También se da apoyo psicológico y ayuda social a sus familiares. Hay que asegurar que las personas que realizan una solicitud de eutanasia han recibido la información y el ofrecimiento de estos cuidados paliativos.
¿Qué es la sedación terminal?
La administración de fármacos para conseguir el alivio, imposible de obtener de otra forma, del sufrimiento físico y/o psicológico de un enfermo terminal a través de reducir la conciencia de forma suficientemente profunda y previsiblemente irreversible. La muerte del paciente se prevé muy próxima y es necesario un consentimiento implícito, explícito o delegado.
No es eutanasia, puesto que el objetivo no es la muerte.
¿Quién me discutirá mi derecho en la eutanasia?
Cuando yo caiga, como fruto maduro del árbol de la vida,
dejadme allí mismo, donde yo caiga,
para que me abrace el sol y el viento y la luna,
que la vida me devore mordisco tras mordisco.
Que cada cual recoja el amor que me dio:
la luz, su luz; el agua, su agua,
la tierra, su ceniza; su espíritu, el viento.
Que coja cada uno lo que precise.
Ramón Sampedro
He querido empezar con parte de este poema, que para mí es significativo, este hombre luchó pidiendo una petición judicial, para solicitar un suicidio asistido, ya que solo no podía, y que las personas que le ayudaran no incurrieran delito. Acusaron a una amiga, fue juzgada pero absuelta por falta de pruebas, a los 7 años al prescribir el delito, admitió y enseñó su vídeo televisado. Tenemos muchos más casos como éste.
He visto varios testigos, han tenido que morir solos, en la clandestinidad, puesto que si alguien hubiera estado y/o acompañado, la justicia les hubiera caído encima de 6 a 10 años, es penal.
Hay una asociación “Derecho a morir dignamente DMD” donde te facilitan información con los derechos a vivir dignamente y morir; por la auto liberación, que es un apartado donde se informa de dónde podrán adquirir los fármacos necesarios para tal libertad.
Hay un 83% de personas que no quieren que no se penalice ese proceso que vulnera el derecho a decidir. En el Parlament se ha votado y ha salido que sí, salvo Ciudadanos y PP que votaron en contra. Ahora está esperando su legislación, en el 2022 se ha legislado en España.
Fruto de los avances tecnológicos vivimos en una sociedad que debe afrontar nuevos retos en el terreno de la ética y la moral. El sistema de valores del siglo pasado, en el que las religiones han tenido un papel predominante, debe dar respuesta a las diferentes situaciones que surgen.
Cuando vas al veterinario y te dice que tu querido animal está sufriendo o su enfermedad es irreversible y entonces se decide sedar, puedes estar a su lado hasta que se va. Nadie cuestiona a este doctor/a. Nadie cuestiona tu decisión.
La libertad de cada persona a decidir, en esta cuestión se habla de que quizá la persona no está capacitada para decidir, y pasado ese momento, puede ocurrir que cambie. O no.
Quien puede cuestionar que alguien quiera decidir un final, tanto tuyo como de alguna persona que quiera.
¿No es digno?
¿Cada uno tiene derecho a vivir como quiera o pueda, y yo me pregunto y morir?
Gemma Puig