Antes, cuando llegaba del trabajo cansada de una jornada completa, en casa, seguía con los niños, mi marido, más las tareas de casa, quería hacerlo todo, y no llegaba, me enfadaba y explotaba de pura impotencia y luego me sentía mal.
Ahora hago mis ejercicios en la mañana, encuentro mis espacios, me valoro, me aprecio y decido si lo hago todo, sin exigirme, me doy lo que necesito, para estar bien conmigo y mi familia, con alegría. Y lo demás me resbala.
Con Gemma es muy fácil, lo explica con palabras muy sencillas, conecta fácilmente y los recursos que da son muy sencillos de comprender y de poner en práctica, no te sientes, ni cohibida, ni juzgada, te sientes cómoda, quieres volver, cuando algo no funcione.